miércoles, 20 de noviembre de 2013

Somos un grupo de personas cuya vida ha sido transformada a través del poder de Dios. En un tiempo en que el mundo y sus habitantes se hallan desesperados por encontrar sentido y propósito para sus vidas, nosotros creemos que Dios sigue siendo la única meta y camino para la humanidad. Jesucristo murió hace dos mil años para reconciliarnos con Dios y ofrecernos una eternidad con él. Esta sencilla pero poderosa verdad, que ha perdurado a través de los siglos, cambio nuestro vivir. Creemos firmemente que a través del sacrificio de Jesucristo podemos recibir el perdón de nuestros pecados y más aún, a través de él tenemos una respuesta real para vencer los vicios, el rechazo, la depresión, el dolor, la tristeza o las consecuencias de la inmoralidad. Por ello no seguimos una religión sino a una persona: Jesucristo. Nos guiamos por su palabra (la biblia) y buscamos vivir de acuerdo a las instrucciones contenidas en ella.



Apóstol Gaspar Sapalú Alvarado





El primero en reconocer el ministerio apostólico del hermano Gaspar Sapalú fue el apóstol Ríos Paredes, quién en un estudio en México algunos años antes de su partida con el Señor expresó: “Con Gaspar trataré yo directamente porque él es apóstol”.
El apóstol Ríos, previo dejar esta tierra, nombró un presbiterio para que se hiciera cargo de los ministerios Palabra Miel. Los presbíteros que permanecieron fieles a la visión que Dios, por medio de su Espíritu Santo, había revelado al apóstol Ríos, que fueron la mayoría, reconocieron como cobertura apostólica al hermano Gaspar Sapalú, nombrándolo coordinador general de los ministerios Palabra Miel y pastor general de la Iglesia de Jesucristo Palabra Miel Central en Guatemala.
El Creador ha bendecido nuestras congregaciones grandemente por medio de nuestro hermano Gaspar a quien ha utilizado para trasladarnos palabra revelada que ha sido de edificación, exhortación y consolación. La visión que Dios ha dado al apóstol Sapalú para orientar el trabajo de la misión en lo inmediato es: 


“Preparando a la desposada para el 

encuentro con su amado”


El ministerio pastoral del hermano Gaspar se desarrolló en su tierra natal, la ciudad de Santiago Atitlán, a las orillas del bello lago de Atitlán, en el departamento de Sololá en Guatemala, donde el Señor le ha permitido estar a la cabeza de una congregación que ha tenido un gran crecimiento numérico y espiritual. También ha fundado iglesias en varias poblaciones.
El Apóstol Gaspar Sapalú, es pues, la cobertura general de los ministerios Palabra-MIEL y al mismo tiempo, el pastor general de Iglesia de Jesucristo Palabra-MIEL en Santiago Atitlán, departamento de Sololá y pastor general de Iglesia de Jesucristo Central Palabra-MIEL en la capital de Guatemala, en Centroamérica. El Espíritu Santo ha venido desarrollando el ministerio apostólico en el siervo de Dios y ha confirmado en los corazones de los pastores y congregaciones el regalo de Dios para su iglesia en la persona del hermano Sapalú.


La doctrina de la Iglesia de Jesucristo Palabra-Miel se fundamenta en la revelación que de las Sagradas Escrituras le diera el Señor al Apóstol Othoniel Ríos Paredes, quien fue el ministro que Dios utilizó para fundar los Ministerios Elim en Guatemala. Actualmente, esta doctrina esta siendo implementada en todas las áreas que cubren los ministerios Palabra-MIEL bajo la dirección, cobertura y supervisión del apóstol Gaspar Sapalú la cual se difunde desde el púlpito de las diferentes Iglesias, en los discipulados generales, en los hogares de los miembros de la iglesia, en campañas evangelísticas, en grabaciones de video y audio que se transmiten en los diferentes medios de comunicación como la radio y la televisión, así como en documentos escritos que son proporcionados tanto a librerías nacionales como a las de otros países a los que se han expandido los ministerios Palabra-MIEL.



MISIÓN: 
Ir por los pródigos de afuera y traerlos de regreso a su familia; 
capacitarlos en armonía con los pródigos de adentro para que juntos 
aporten sus dones y talentos en la congregación a fin de disfrutar en hermandad y 
compañerismo de la seguridad
 de la iglesia y así hacer fiesta al Señor, exaltando su gracia y misericordia.

VISIÓN: 

Preparando a la desposada para el encuentro con Cristo